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Páramo y Olivar de Valdecuevas
EL PUNTO DE PARTIDA
Comenzamos en la histórica Puerta de Ajujar del s. XIII, junto a la que se encuentra el Centro de Interpretación de la Ciudad. Al otro extremo de la plaza, donde antiguamente se situaban las tenerías, cruzamos el puente sobre el río Sequillo y tomamos el camino que sigue a continuación. Ya hemos enfilado nuestra ruta. Pasamos primero junto a los restos de un antiguo tejar. Hay bodegas o túneles. De ahí, tal vez, el nombre de este camino: de Valdecuevas. Pero enseguida nos alejamos y vamos, muy poco a poco, subiendo. El itinerario va a ser breve. Los campos están yermos: sólo unos chopos españoles nos acompañan alegrando el sendero. Pero cuando la cuesta tiende a hacerse empinada, unas laderas arcillosas se adornan primero con pinos de Alepo y luego con románticos cipreses.
UNOS PASOS MÁS…
Y llegamos a la sorpresa: una fuente -la de San Buenaventura- construida en 1865 para rememorar la batalla del Moclín contra las tropas francesas. Estamos en un agradable soto donde los pájaros cantan sin cesar. Un poco más y hemos llegado al páramo. Hay una casa de campo con algunos cipreses, un olivar y su almazara. En buena parte de la llanura de este paramillo, antaño se situó el ejército francés para dar batalla a los españoles que estaban en Rioseco, y a los ingleses que venían por el Moclín desde Palacios. El ras está a la misma altitud que el páramo hermano de los Torozos -del que se separó hace unos pocos millones de años- pero aquí, en Medina de Rioseco, éste es el Páramo por excelencia. Y goza de preciosos miradores, cosa que además de señalarlo el topónimo de la ladera Sur -Buenavista-, lo hemos podido comprobar sin la menor duda. El único camino que hay -hacia el Este- nos conducirá hasta la asomada del Moclín.
DATOS DE LA RUTA
Circular: No
Desnivel (m): 95
Dificultad: baja
Época ideal: otoño, invierno, primavera
Fuente: Sí
Longitud: 4 km
Tipo de ruta: a pie, en bici
COORDENADAS GPS
41.884132, -5.042725