Patrimonio

Iglesia de Santa María de Mediavilla

La iglesia de Santa María comienza a construirse a finales del s. XV y en 1.516 el arquitecto Gaspar de Solórzano la concluye. Su esbelta torre barroca, obra del arquitecto riosecano Pedro de Sierra, se alza elegante sobre los cielos de la ciudad.

El interior de la iglesia, llena de detalles góticos, irradia el espíritu renacentista.

La planta se divide en tres naves separadas por pilares cilíndricos y cubiertas con bóveda de crucería realizada por los Hermanos Corral de Villalpando en los años 20 del s.XVI . En la nave central se erige el retablo mayor, con traza de Gaspar Becerra. En 1573, tras la muerte de éste, se encarga su ejecución a Juan de Juni, quien haría la mitad de la obra y encomendaría el resto a Francisco de Logroño y Pedro de Bolduque, encargándose del ensamblaje Gaspar de Umaña. En 1577, tras la muerte de Juni,Esteban Jordán se hace con la dirección de la obra, que concluye en 1590. El dorado y la pintura del retablo son obra de Pedro de Oña (1603).

La iglesia de Santa María comienza a construirse a finales del s. XV y en 1.516 el arquitecto Gaspar de Solórzano la concluye. Su esbelta torre barroca, obra del arquitecto riosecano Pedro de Sierra, se alza elegante sobre los cielos de la ciudad.

El interior de la iglesia, llena de detalles góticos, irradia el espíritu renacentista.

La planta se divide en tres naves separadas por pilares cilíndricos y cubiertas con bóveda de crucería. En la nave central se erige el retablo mayor, con traza de Gaspar Becerra. En 1573, tras la muerte de éste, se encarga su ejecución a Juan de Juni, quien haría la mitad de la obra y encomendaría el resto a Francisco de Logroño y Pedro de Bolduque, encargándose del ensamblaje Gaspar de Umaña. En 1577, tras la muerte de Juni, Esteban Jordán se hace con la dirección de la obra, que concluye en 1590. El dorado y la pintura del retablo son obra de Pedro de Oña (1603).

En el lado del evangelio, separada por una magnífica reja de Francisco Martínez, fechada en 1554, se encuentra la Capilla de los Benavente. Bautizada por Eugenio D´Ors como la «capilla sixtina de Castilla» fue fundada en 1543 por el cambista Alvaro de Benavente para enterramiento de su familia. Juan y Jerónimo del Corral realizaron las obras de cantería y posterior decoración escultórica. En el ábside se encuentra un pequeño retablo labrado por Juan de Juni, dedicado a la Inmaculada en 1557.

En el lugar que ocupara el coro alto, en 1854, se trasladó la impresionante reja plateresca de Cristóbal Andino y la sillería procedente del coro del antiguo convento de San Francisco.

A la derecha de la reja de Andino, y sobre una gran tribuna, se alza el deslumbrante órgano de Francisco Ortega, construido en 1732.

Su aspecto exterior aparece remarcado por la presencia de una esbelta torre con remate barroco.

En el lado del evangelio, separada por una magnífica reja de Francisco Martínez, fechada en 1554, se encuentra la Capilla de los Benavente. Bautizada por Eugenio D´Ors como la “capilla sixtina de Castilla”fue fundada en 1543 por el cambista Alvaro de Benavente para enterramiento de su familia. Juan y Jerónimo del Corral realizaron las obras de cantería y posterior decoración escultórica. En el ábside se encuentra un pequeño retablo labrado por Juan de Juni, dedicado a la Inmaculada en 1557.

En el lugar que ocupara el coro alto, en 1854, se trasladó la impresionante reja plateresca de Cristóbal Andino y la sillería procedente del coro del antiguo convento de San Francisco.

A la derecha de la reja de Andino, y sobre una gran tribuna, se alza el deslumbrante órgano de Francisco Ortega, construido en 1732.

Su aspecto exterior aparece remarcado por la presencia de una esbelta torre con remate barroco.

Un viejo pellejo de caimán cuelga del cancel de madera de la entrada de la iglesia de Santa María. Lo más probable es que fuera traído como exvoto de las Américas por algún indiano riosecano aunque circula por la localidad una curiosa leyenda para explicar su procedencia.

Cuentan que cuando se estaba construyendo la iglesia, los obreros encontraban al día siguiente toda su faena destruida. No se sabía quién era el responsable de aquellas fechorías hasta que un día se descubrió al monstruo. Era un cocodrilo gigantesco que atemorizó a todos los que le vieron.

Nadie se atrevía a enfrentarse con el animal, así que reunidas las autoridades en concejo decidieron ante la falta de aguerridos voluntarios, proponer tal trabajo a un preso con el premio de su libertad si acababa con la fiera. Así fue como se ofreció un voluntario que acabó con el cocodrilo con una ingeniosa idea. Se disfrazó con espejos, lo que hizo que el animal al verse reflejado se quedara absorto, -no sabemos si con su belleza-, lo que aprovechó el héroe para acabar con su vida de un certero lanzazo.

La iglesia de Santa María de Mediavillla fue Declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931.

 

La capilla de los Benavente

La Capilla funeraria de la familia Benavente fue mandada construir por Álvaro de Benavente en 1544.

La Capilla funeraria de la familia Benavente fue mandada construir por Álvaro de Benavente en 1544. Situada en la antigua sacristía de la iglesia, es uno de los tesoros renacentistas. Aunque integrada dentro de la iglesia tiene valor de templo en sí misma: con retablo, coro, sacristía, tribuna, relicarios.

La capilla fue construida con finalidad funeraria y en alabanza de la Santísima Virgen. Las obras fueron realizadas por los hermanos del Corral, con decoración de labores de estuco policromado y dorado al estilo “miguelangelesco”, y pavimento de ladrillo y azulejo.

El magnífico retablo manierista es obra de Juan de Juni,  y narra la historia de la Virgen en cinco bajorrelieves. Destacan tres sepulcros, con estatuas yacentes, que contienen los restos de seis miembros de la familia. La valiosa reja que cierra el conjunto es obra de Francisco Martínez.

Iglesia de Santiago

Su construcción se inició en 1533 en el estilo gótico de la época con planta de salón, es decir, con sus tres naves elevándose casi a la misma altura, bajo la dirección del arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón, el más famoso y prolífico de su tiempo en Castilla…

La iglesia de Santiago reúne los más variados estilos artísticos, desde el gótico al barroco, pasando por el plateresco y el clasicista. Muestra de ello son sus tres portadas:

•  La puerta del mediodía, con su coqueto atrio, realizada en estilo plateresco por Miguel de Espinosa.

•  La portada norte, de estilo gótico flamígero, de traza de Rodrigo Gil de Hontañón.

•  La portada principalclasicista, de Alonso de Tolosa.

En su interior destaca el fabuloso retablo barroco de traza churrigueresca de la capilla mayor, cuyo trazado corresponde a Joaquín de Churriguera, y que fue realizado por el gran escultor riosecano, Tomás de Sierra, en torno a la vida y leyenda del apóstol Santiago.

Las bóvedas de sus tres naves, ejecutadas por Felipe Berrojo en el s. XVII, poseen una gran belleza.

En la sacristía cabe destacar algunas piezas como el Cristo de la Clemencia de Pedro Bolduque, así como su bóveda de crucería, debida a Gil de Hontañón. En una pequeña sala dentro de la sacristía se encuentra la capilla de la Vera Cruz (s. XVII), con frescos barrocos de gran colorido y valor artístico.

Declarada Monumento Histórico-Artístico en 1964.